Domingos de descanso vs. Innovación 'sin descanso': el caso de las tiendas automatizadas en Alemania
Alemania y Europa ante las tensiones entre la eficiencia automatizada y el marco legal tradicional
A todos nos genera respeto, y es completamente normal. Personalmente, siempre recuerdo anécdotas relacionadas con estos temas. Por ejemplo, en algunos manuales de Marketing se cuenta que, cuando el automóvil de Ford comenzó a circular por las carreteras norteamericanas, los propietarios de carruajes veían el automóvil como una amenaza. Incluso hay historias que narran cómo los conductores de carruajes se mofaban de los automóviles cuando estos se detenían.
Esta resistencia inicial es similar a la que vivimos hoy con la inteligencia artificial y su impacto en el empleo, un tema sobre el que existen estimaciones variadas, algunas positivas y otras más bien apocalípticas.
Según el Foro Económico Mundial (WEF), las tareas rutinarias y repetitivas son aquellas en las que la inteligencia artificial tiene mayor probabilidad de tomar el control, poniendo en riesgo roles como los de aanalistas de crédito y emplead@s administrativos, dado que el 81% de sus actividades son susceptibles de ser automatizadas.
Puede que sin darnos cuenta estemos en ese punto. En una fase de la Historia donde ante esta velocidad de los cambios se suceden las anécdotas.
Este fin de semana, me encontré con una historia que pronto podría ser nuestra realidad diaria. Se trata del cruce entre nuevas tecnologías y legislaciones que necesitan actualizarse, o al menos, debatirse. ¿Debe un supermercado sin personal seguir un convenio dirigido a personas?
Este hecho ha llevado a la organización de tres instituciones aparentemente inconexas: la Iglesia Católica de Alemania, los sindicatos locales y la Iglesia Protestante, unidos por la defensa de la sacralidad de los domingos.
¿Debe un supermercado sin personal seguir un convenio dirigido a personas?
En el corazón de Alemania, una cadena regional de supermercados, Tegut, introdujo hace cuatro años una innovación que prometía revolucionar la experiencia de compra: tiendas completamente automatizadas, conocidas como "teo" en honor al fundador de la cadena, Theo Gutberlet. Estos establecimientos, del tamaño de un pequeño apartamento, están equipados para funcionar sin intervención humana directa durante los domingos, ofreciendo cerca de mil productos esenciales.
Sin embargo, este avance tecnológico encontró un obstáculo legal en una tradición centenaria: la ley de descanso dominical de Alemania. Originada en una proclamación del emperador romano Constantino el Grande hace más de 1.700 años y parte de la constitución alemana desde 1919, esta normativa establece que la mayoría de las tiendas deben permanecer cerradas los domingos.
La implementación de teo desató una batalla legal cuando el sindicato del sector servicios de Alemania, Verdi, objetó la apertura de estas tiendas automatizadas los domingos, argumentando la necesidad de preservar este día de descanso para el personal de retail, ya sometido a horarios de trabajo altamente flexibles. Esta disputa culminó en una decisión judicial por parte del tribunal administrativo más alto de Hesse, que reafirmó la obligatoriedad del descanso dominical, incluso en establecimientos sin empleados presentes.
Es un espejo ante el que se percibe una colisión entre la innovación tecnológica y las normativas y tradiciones existentes, evidenciando un choque de valores en la sociedad moderna. Es evidente que estamos ante una historia que se narrará dentro de un tiempo como una anécdota más o menos ‘curiosa’.
Mientras algunos ciudadanos, según el FT y como lo cuenta en el artículo Robert Grabik, un residente de Fulda y usuario frecuente del supermercado teo, lamentan la restricción por la conveniencia que estas tiendas ofrecían fuera del horario comercial habitual, instituciones tanto religiosas como sindicales defienden el mantenimiento de la normativa como un pilar de la cohesión social y el bienestar de los trabajadores. A pesar de la resistencia legal y social, la dirección de Tegut y figuras políticas, como Stefan Naas del FDP, abogan por una revisión de la ley que permita una mayor flexibilidad y reconozca las realidades de la vida moderna, sugiriendo una evolución en la percepción pública sobre la sacralidad de los domingos.
Este caso no es meramente una anécdota en la narrativa del progreso tecnológico; constituye un estudio de caso crucial para analizar cómo las sociedades modernas manejan el choque entre la innovación y las estructuras tradicionales. Este episodio resalta el desafío inherente en la implementación de tecnologías disruptivas dentro de marcos legales y culturales establecidos que fueron diseñados bajo circunstancias muy distintas. La velocidad es brutal y es que a medida que avanzamos, la tarea de legisladores, empresas y comunidades será la de evaluar cuidadosamente y adaptar nuestras normas y prácticas sin perder de vista los valores que definan el bienestar colectivo.
Alcanzar un equilibrio entre la eficiencia tecnológica y la cohesión social exige un escrutinio riguroso y un diálogo constante para garantizar que el progreso tecnológico no solo sea factible, sino también beneficioso y acorde con los valores del contexto social más amplio.